La Caravana Humanitaria por la Vida, la Paz y la Permanencia en los Territorios ha iniciado su recorrido por el Sur de Bolívar, un territorio marcado por la resistencia y la lucha por la paz. Partiendo desde Aguachica y cruzando el río Magdalena hasta Gamarra, la caravana se adentró en la Serranía de San Lucas, llegando finalmente al corregimiento de Micoahumado.
Llegada a Micoahumado: Un Recibimiento de Esperanza
A nuestra llegada a Micoahumado, fuimos recibidos con la calidez y la fuerza de la comunidad. Los niños y niñas, ondeando banderas blancas y entonando con fuerza “Queremos Paz”, nos dieron la bienvenida con música y baile. En el polideportivo local, la delegación fue acogida por la Federación Agrominera del Sur de Bolívar (FEDEAGROMISBOL) y el proceso Autónomo de Micoahumado, quienes organizaron una serie de actividades que marcaron el inicio de nuestra jornada.
Acto de Memoria: Sembrando Recuerdos de Lucha
El día comenzó con un acto de memoria en honor a los líderes y lideresas sociales caídos en la lucha por la defensa del territorio. Con la consigna «A nuestros muertos no los enterramos, los sembramos», la comunidad rindió homenaje a quienes han dado su vida por la causa campesina. Las trovas campesinas, llenas de sabiduría y resistencia, expresaron el rechazo a la violencia y a los grupos armados que han causado tanto dolor en la región.
Intervención de las Comunidades: Una Realidad de Resistencia y Miedo
Micoahumado, con sus aproximadamente 3,000 habitantes, ha sido un escenario de múltiples incursiones paramilitares, la última de las cuales ocurrió el 18 de abril de 2024, dejando dos jóvenes asesinados y más de 450 personas desplazadas. La comunidad vive bajo constante amenaza debido a la presencia militar cercana, lo que aumenta el riesgo de combates y coloca a los campesinos en medio del fuego cruzado.
La crisis humanitaria que afecta a Micoahumado se ha prolongado por tres años, con el campesinado como principal víctima. La producción agropecuaria y agrícola ha sido severamente limitada por el miedo a las minas antipersona y los combates. A pesar de esta situación, la comunidad se mantiene firme en su territorio, resistiendo con la convicción de que su tierra es campesina y agroalimentaria.
El primer día de la caravana en el Sur de Bolívar nos dejó con una profunda comprensión de la difícil situación que enfrentan las comunidades locales. Sin embargo, también nos llenó de admiración por la resistencia y la determinación de los habitantes de Micoahumado, quienes, a pesar de las adversidades, siguen luchando por la paz y la dignidad en su territorio.