La Caravana Humanitaria por la Vida, la Paz y la Permanencia en los Territorios sigue su recorrido por el Sur de Bolívar, adentrándose en el corazón de las comunidades mineras de la Serranía de San Lucas. Acompañada por más de 250 caravaneros, la Caravana se ha convertido en un eco de resistencia, esperanza y lucha para las familias agromineras de la región.
El viaje llevó a la Caravana a través de varias veredas mineras, incluyendo Mina Piojo, Mina Fácil, Mina Caracol, Mina Mochila, Mina Mocha, Mina Chocó y Santa Rosa. En cada parada, las comunidades mostraron su realidad, donde nos expresaban sus preocupaciones en temas de salud, educación en otras necesidades como los problemas que presenta la niñez en estos territorios mas sin embargo las comunidades estaban muy felices por la presencia de la caravana
Respuesta de la Comunidad
Más de 20 vehículos llenos de personas provenientes de las veredas de la zona acompañaron a la Caravana con entusiasmo, cantos y colores, en una muestra de unidad y resistencia.
La Niñez, Protagonista en las Veredas Mineras
Los niños y niñas del territorio minero nuevamente tomaron el protagonismo en cada vereda visitada, realizando actos culturales que mostraron su resiliencia frente a las difíciles condiciones de vida. Sin embargo, las dificultades educativas son evidentes: falta de profesores, carencia de recursos pedagógicos como computadores y herramientas básicas, y la necesidad de caminar largas horas para llegar a las escuelas.
Servicios Básicos en Mora y Problemas de Infraestructura
Las condiciones de vida en estas comunidades son precarias. Las vías terciarias, en mal estado, encarecen los productos básicos y amenazan los derechos fundamentales de la población. La falta de acceso a servicios de salud es crítica, ya que las veredas mineras no cuentan con puestos de salud ni personal especializado. Además, la contaminación del agua por la minería es un problema grave, que preocupa a la comunidad ante la posibilidad de envenenamiento por mercurio u otros minerales pesados.
Otro tema alarmante es el costo de la energía eléctrica en lugares como Mina Chocó. Los altos precios del servicio, generado por motores diésel, resultan en costos mensuales exorbitantes para las familias, alcanzando hasta 200.000 pesos en una casa con solo un televisor y cuatro bombillos.
La Caravana Humanitaria sigue acompañando comunidades mineras de la Serranía de San Lucas, visibilizando las realidades de una población que lucha por sobrevivir en medio de la necesidad y el abandono estatal. Cada paso dado por la Caravana reafirma el compromiso de estas comunidades por la vida, la paz y la permanencia en sus territorios.